A veces, la vida se parece a eso, a un lienzo de Bonnard, o a uno de Sorolla. El sol chorrea por la ventana. Sobre la mesa, perucos, manzanas y, alrededor, el zumbido de las horas. Y, de pronto, la peste se cuela…
A veces, la vida se parece a eso, a un lienzo de Bonnard, o a uno de Sorolla. El sol chorrea por la ventana. Sobre la mesa, perucos, manzanas y, alrededor, el zumbido de las horas. Y, de pronto, la peste se cuela…