En el quinto salto, en la arena ya empapada, Ana Peleteiro, nada más caer se llevó las manos a la cara, casi sollozando. La impotencia. Ana Peleteiro dejó de ser ella, la atleta que nunca falla, que siempre llega un punto más lejos,…
En el quinto salto, en la arena ya empapada, Ana Peleteiro, nada más caer se llevó las manos a la cara, casi sollozando. La impotencia. Ana Peleteiro dejó de ser ella, la atleta que nunca falla, que siempre llega un punto más lejos,…