Es difícil ser Jakob Ingebrigtsen, tener tanto talento y no ser querido por todos. Ni por su padre, que le explotó y maltrató para convertirle en su gran trofeo de entrenador autodidacta, ni por gran parte de la afición, que no le aclama…
Es difícil ser Jakob Ingebrigtsen, tener tanto talento y no ser querido por todos. Ni por su padre, que le explotó y maltrató para convertirle en su gran trofeo de entrenador autodidacta, ni por gran parte de la afición, que no le aclama…