El olor a pimientos tiernos inunda la habitación de Ludmila Kostenko. Ha puesto a remojo al menos una docena en una palangana que descansa sobre una repisa. “Voy a hacerlos al horno, rellenos de carne picada”, dice ilusionada. Desde el 10 de mayo,…
El olor a pimientos tiernos inunda la habitación de Ludmila Kostenko. Ha puesto a remojo al menos una docena en una palangana que descansa sobre una repisa. “Voy a hacerlos al horno, rellenos de carne picada”, dice ilusionada. Desde el 10 de mayo,…