Fernando se quita la camisa, deja caer su cuerpo en la silla de plástico de la cocina donde suele desayunar, suspira y la luz tarda 20 segundos en encenderse desde que pulsó el interruptor. “Solo quiero cerrar los ojos”, afirma. Acaba de aparcar…
Fernando se quita la camisa, deja caer su cuerpo en la silla de plástico de la cocina donde suele desayunar, suspira y la luz tarda 20 segundos en encenderse desde que pulsó el interruptor. “Solo quiero cerrar los ojos”, afirma. Acaba de aparcar…