La secuencia parece durar una eternidad. Pero está filmada en tiempo real. Es decir, como en la vida misma. La cámara de Dea Kulumbegashvili no está dispuesta a hacer ni una concesión. Nada de cortes o elipsis: pasan los minutos, el plano se…
La secuencia parece durar una eternidad. Pero está filmada en tiempo real. Es decir, como en la vida misma. La cámara de Dea Kulumbegashvili no está dispuesta a hacer ni una concesión. Nada de cortes o elipsis: pasan los minutos, el plano se…