“Estoy muy cansada y sin ánimo de nada”. La voz suave y cohibida de Nahid llega desde Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán. Nahid tiene 25 años y no se llama Nahid. Cada vez es más difícil que las afganas confíen en alguien…
“Estoy muy cansada y sin ánimo de nada”. La voz suave y cohibida de Nahid llega desde Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán. Nahid tiene 25 años y no se llama Nahid. Cada vez es más difícil que las afganas confíen en alguien…