En vez de pescadores, el paseo marítimo de El Palo, barrio al este de Málaga, se llena de albañiles cada septiembre. Los espetos dan paso a sacos de yeso, niveles, hilo, plomadas y espátulas. Hay ladrillos por todas partes. Y el sonido de…
En vez de pescadores, el paseo marítimo de El Palo, barrio al este de Málaga, se llena de albañiles cada septiembre. Los espetos dan paso a sacos de yeso, niveles, hilo, plomadas y espátulas. Hay ladrillos por todas partes. Y el sonido de…