De repente, de un día para otro, un gesto insignificante como agarrar un vaso de agua se hace pesado. La mano se resiente, los dedos duelen. Uno no se lo explica. Uno se pone de mal humor, concreta Paqui Moreno, paciente de artritis…
De repente, de un día para otro, un gesto insignificante como agarrar un vaso de agua se hace pesado. La mano se resiente, los dedos duelen. Uno no se lo explica. Uno se pone de mal humor, concreta Paqui Moreno, paciente de artritis…