En el Viola Park, a escasos kilómetros de la Ópera de Viena, el Barcelona volvió a hacer sonar su melodía favorita: la de las goleadas, y la de la victoria. Contra el St. Pölten no hubo oposición. Las azulgrana dominaron cómodamente, controlaron el…
En el Viola Park, a escasos kilómetros de la Ópera de Viena, el Barcelona volvió a hacer sonar su melodía favorita: la de las goleadas, y la de la victoria. Contra el St. Pölten no hubo oposición. Las azulgrana dominaron cómodamente, controlaron el…