“¡Oh, dios mío! ¡Oh, dios mío! ¡Voy a llegar tarde!”, grita el conejo blanco mientras baja a toda prisa la escalera del altillo. A Sylvie Selig (Niza, 83 años) le divierte verlo tan nervioso, ella que lleva 80 años esperando el reconocimiento del…
“¡Oh, dios mío! ¡Oh, dios mío! ¡Voy a llegar tarde!”, grita el conejo blanco mientras baja a toda prisa la escalera del altillo. A Sylvie Selig (Niza, 83 años) le divierte verlo tan nervioso, ella que lleva 80 años esperando el reconocimiento del…