El nombre es poético, qué duda cabe, pero choca con la realidad. Porque de La Taberna Errante uno no querría irse jamás a ninguna parte. Puedes quedarte ahí para siempre. A resguardo de sus dueñas, que con sus artes culinarias y su trato…
El nombre es poético, qué duda cabe, pero choca con la realidad. Porque de La Taberna Errante uno no querría irse jamás a ninguna parte. Puedes quedarte ahí para siempre. A resguardo de sus dueñas, que con sus artes culinarias y su trato…