Recuerdo perfectamente la primera vez que me reí en voz alta a carcajada limpia en el cine. Fue una tarde del año 1998 viendo El Milagro de P.Tinto, una astracanada visual con tintes de Amanece que no es poco parida por la mente…
Recuerdo perfectamente la primera vez que me reí en voz alta a carcajada limpia en el cine. Fue una tarde del año 1998 viendo El Milagro de P.Tinto, una astracanada visual con tintes de Amanece que no es poco parida por la mente…