Besarse sin un permiso claro ahora es considerado una forma de agresión sexual por la Corte Suprema, ya que viola la autonomía sexual de la víctima al buscar gratificación sin consentimiento.
Besarse sin un permiso claro ahora es considerado una forma de agresión sexual por la Corte Suprema, ya que viola la autonomía sexual de la víctima al buscar gratificación sin consentimiento.