Asiste la Arthur Ashe a un extravío en toda regla, sorpresón nocturno en la central. Salta por los aires toda lógica, porque pocos, quizá solo los más osados, podían imaginarse que Botic van de Zandschulp, un tenista que en los dos cruces previos…
Asiste la Arthur Ashe a un extravío en toda regla, sorpresón nocturno en la central. Salta por los aires toda lógica, porque pocos, quizá solo los más osados, podían imaginarse que Botic van de Zandschulp, un tenista que en los dos cruces previos…