Aunque lograra su propósito y fuera reelegido, Donald Trump volvería a la Casa Blanca con una espinita clavada. Nueva York, la ciudad de sus amores, la sede de su imperio, el banquillo en el que se le ha juzgado y condenado, le sigue…
Aunque lograra su propósito y fuera reelegido, Donald Trump volvería a la Casa Blanca con una espinita clavada. Nueva York, la ciudad de sus amores, la sede de su imperio, el banquillo en el que se le ha juzgado y condenado, le sigue…