No tenía permiso el Girona para tomarse un respiro o una pausa, exigido como estaba en la tabla a vencer para no descarrilar de buenas a primeras en la Champions, competición que saborea por primera vez en su historia y que le amargó…
No tenía permiso el Girona para tomarse un respiro o una pausa, exigido como estaba en la tabla a vencer para no descarrilar de buenas a primeras en la Champions, competición que saborea por primera vez en su historia y que le amargó…