Corría 2008 cuando los Chicago Bulls eligieron con el número uno del draft a Derrick Rose, hijo pródigo de la ciudad y su nuevo mesías en la NBA. Llevaban ya una década esperando al siguiente Michael Jordan, sumidos en la irrelevancia desde el…
Corría 2008 cuando los Chicago Bulls eligieron con el número uno del draft a Derrick Rose, hijo pródigo de la ciudad y su nuevo mesías en la NBA. Llevaban ya una década esperando al siguiente Michael Jordan, sumidos en la irrelevancia desde el…