Después de dos veranos desde que un incendio arrasara 19.000 hectáreas en Castellón, la ganadería de la zona ha desaparecido, muchos campos han quedado inservibles y el turismo, uno de los motores económicos del municipio, cada vez es más reducido
Después de dos veranos desde que un incendio arrasara 19.000 hectáreas en Castellón, la ganadería de la zona ha desaparecido, muchos campos han quedado inservibles y el turismo, uno de los motores económicos del municipio, cada vez es más reducido