Giulio Pellizzari, de 20 años, reparte gominolas de Haribo entre los pinos de Roma, y una ligera brisa templada los agita. El último día del Giro, al sol, los ciclistas del futuro son niños felices, exultantes de salud y vigor, como Antonio Tiberi,…
Giulio Pellizzari, de 20 años, reparte gominolas de Haribo entre los pinos de Roma, y una ligera brisa templada los agita. El último día del Giro, al sol, los ciclistas del futuro son niños felices, exultantes de salud y vigor, como Antonio Tiberi,…