Uno de los grandes placeres cuando llegamos a casa es cambiarnos de ropa. Adiós sujetador, pantalones con botones y calzado de calle, puesto que es el momento de ponerse el pijama y las zapatillas de estar por casa, y dejar que la comodidad…
Uno de los grandes placeres cuando llegamos a casa es cambiarnos de ropa. Adiós sujetador, pantalones con botones y calzado de calle, puesto que es el momento de ponerse el pijama y las zapatillas de estar por casa, y dejar que la comodidad…