Tres días después de las lluvias, el Sena sigue rebelde. La velocidad de su corriente se mantiene por encima del límite de un metro por segundo y la suciedad fecal de sus aguas, medida en unidades de las bacterias escherichia coli y estreptococo,…
Tres días después de las lluvias, el Sena sigue rebelde. La velocidad de su corriente se mantiene por encima del límite de un metro por segundo y la suciedad fecal de sus aguas, medida en unidades de las bacterias escherichia coli y estreptococo,…