Es 25 de junio. Un día normal en Caló d’es Moro, una remota cala al sureste de Mallorca, donde por “normal” debe entenderse “hiperbólico”. El paisaje no perdona ni un tópico del paraíso: cielo despejado y radiante, playa de arenas blancas ante un…
Es 25 de junio. Un día normal en Caló d’es Moro, una remota cala al sureste de Mallorca, donde por “normal” debe entenderse “hiperbólico”. El paisaje no perdona ni un tópico del paraíso: cielo despejado y radiante, playa de arenas blancas ante un…