Si se hubiera anunciado un concurso de belleza, quizá hubiera merecido la pena; toros guapos, bien hechos, serios, con cuajo, y pitones y el premio se lo habrían disputado entre el primero, de Concha y Sierra, una estampa, y el sexto, de Salvador…
Si se hubiera anunciado un concurso de belleza, quizá hubiera merecido la pena; toros guapos, bien hechos, serios, con cuajo, y pitones y el premio se lo habrían disputado entre el primero, de Concha y Sierra, una estampa, y el sexto, de Salvador…