La pequeña N. apenas ha cumplido los 10 días, pero ya sabe que prefiere unos mullidos brazos antes que una cuna. “Nos la vamos pasando durante todo el día”, ríe con ella en brazos Sara Ortega, la directora del dispositivo para migrantes no…
La pequeña N. apenas ha cumplido los 10 días, pero ya sabe que prefiere unos mullidos brazos antes que una cuna. “Nos la vamos pasando durante todo el día”, ríe con ella en brazos Sara Ortega, la directora del dispositivo para migrantes no…