El osezno caminaba desorientado por los alrededores de Barniedo de la Reina, una aldea de 50 habitantes en la montaña leonesa. Algo le pasaba. Cojeaba. El pasado 2 de agosto un vecino de la zona presenció los tumbos del pequeño plantígrado y avisó…
El osezno caminaba desorientado por los alrededores de Barniedo de la Reina, una aldea de 50 habitantes en la montaña leonesa. Algo le pasaba. Cojeaba. El pasado 2 de agosto un vecino de la zona presenció los tumbos del pequeño plantígrado y avisó…