Tras la tormenta del clostebol, Sinner se reafirma en Nueva York 

Sabe Jannik Sinner que el serrucho terminará haciendo efecto, así que procede aplicado un punto tras otro, cada vez más incisivo conforme su brazo entra en calor y el metal profundiza agresivo en la madera: raca-raca-raca. Más y más y más. Bolas y…

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