La pareja convivía desde hace tiempo. Ella, jovencita, parecía enamorada. Él, chulesco, era de esos que no saludan ni al entrar ni al salir, a ella no parecía desagradarle. Se gritaban mucho, a menudo, por lo que nadie se extrañó cuando el grito…
La pareja convivía desde hace tiempo. Ella, jovencita, parecía enamorada. Él, chulesco, era de esos que no saludan ni al entrar ni al salir, a ella no parecía desagradarle. Se gritaban mucho, a menudo, por lo que nadie se extrañó cuando el grito…