Pocos, muy pocos, quizá solo aquellos que recuerden que un holandés como el hielo apeó este verano a Carlos Alcaraz del US Open, habrán oído hablar del Botic van de Zandschulp. Pero él, uno más del pelotón, otro de esos tantos anónimos más…
Pocos, muy pocos, quizá solo aquellos que recuerden que un holandés como el hielo apeó este verano a Carlos Alcaraz del US Open, habrán oído hablar del Botic van de Zandschulp. Pero él, uno más del pelotón, otro de esos tantos anónimos más…