Basir aterrizó esta semana en el aeropuerto madrileño de Barajas entre la alegría y la confusión. Se repetía todo el tiempo que, después de años huyendo, por fin estaba a salvo, aunque antes de meterse por fin en una cama —la primera en…
Basir aterrizó esta semana en el aeropuerto madrileño de Barajas entre la alegría y la confusión. Se repetía todo el tiempo que, después de años huyendo, por fin estaba a salvo, aunque antes de meterse por fin en una cama —la primera en…